#20 Querida primavera.-
Esta semana mi madre vio por primera vez al HOMBRE DE MI VIDA®. “He ido a la copistería y he visto al hombre de tu vida”, me dijo. Estaba todo mal en esa frase. Mi madre buscándome novio, un novio potencial haciendo fotocopias en 2023 (!), la dueña de la copistería dándole el mail del chaval a mi madre para que yo lo buscará en Instagram (!!). En qué momento he llegado a este punto, pensé.
Pero claro, la detective que llevo dentro no podía no buscarlo en Instagram. Necesitaba tener una referencia de lo que mi madre considera el HOMBRE DE MI VIDA®. Así que stalkeee un rato a esa persona que en un universo paralelo se iba conmigo de vacaciones y me decía que todo iba a salir bien. Hasta que la broma me aburrió. El chico parecía normal y yo empezaba a dejar de parecerlo.
Supongo que la llegada de la primavera nos pone a todos en un estado de tontería y ligereza que dura lo que tarda en llegar el verano. Hay una frase preciosa de Hemingway sobre este momento preciso que dice:
“When spring came, even the false spring, there were no problems except where to be happiest”.
Esta semana he empezado a oler las flores de los naranjos y a sentir ese calorcito, incluso en la sombra, que nos avisa que todo vuelve a florecer. Quizás por eso, me he quedado embobada mirando los arreglos florales de estilo avant-garde y las fotografías de la artista canadiense Jaime McCuaig y su marca Gunnar.
También el rastro de las flores me llevaron hace un tiempo hasta las imágenes de Pia Riverola, una artista de Barcelona que vive entre Ciudad de Mexico y Los Angeles. Dan ganas de viajar todo el rato.
Y cómo son de preciosas estas imágenes bellísimas de la fotógrafa ucraniana Марта Сирко. Tiene otra serie centrada en heridas de la guerra de Ucrania durísimas y bellísimas al mismo tiempo. Pero hoy, solo quiero regalaros luz y paz.
Precisamente sobre el concepto de florecer decidí hacerme otro tatuaje justo al salir del confinamiento hace casi 3 años.
Me lo hizo Mercedes, una ilustradora argentina que trabajó muchos años diseñando billetes oficiales de su país en la Casa de Moneda hasta que un día decidió darle un giro a su vida. En todos los tatuajes que me he hecho he sentido una conexión muy especial con la persona que está dibujándome la piel, compartiendo retales de vida o simplemente escuchando en silencio el zumbido de la máquina. Ella hace diseños preciosos como estos.
Justo el día que empezó la primavera me acabé ‘Por culpa de una flor’, la novela gráfica de Maria Medem que me compré en el festival GRAF, donde pude hablar con ella y llevarme el libro dedicado.
Es sinestesia pura. A través de las imágenes y de los colores puedes sentir el sonido de los pájaros, la musicalidad del flamenco, el olor de la flor. Os juro que lo leía por la noche y me daba un síndrome de Stendhal brutal. Todas sus ilustraciones tienen una tonalidad increíble.
Estos días también he descubierto a la ilustradora de origen chino y americano Sarula Bao por su portada del The New Yorker. Claramente hay una paleta dominante en las ilustraciones contemporáneas y es maravillosa.
Esta canción también me parece pura primavera.
Feliz domingo :)