#15 Este lío no lo vi venir.-
A veces creo que tengo mucha paciencia y otras que cero. Supongo que depende de para qué. Soy capaz de estar dos horas sentada en silencio y sin hacer nada mientras me decoloran el pelo y en cambio pierdo los nervios cuando voy detrás del camión de la basura.
Supongo que todo depende de las expectativas de la espera. De cuánto crees que va a durar, de si se alarga tanto como esperabas o mucho más, o de si tu cabeza y tu cuerpo ese día van a dosmilporhora.
Me pasa lo mismo con la vida. A veces me gustaría que algunos procesos fueran más rápidos, tener un spoiler de que todo va a salir bien, pasar los momentos de transició a doble velocidad. Y al mismo tiempo, quiero alargar momentos, regodearme en las páginas en blanco, disfrutar de los silencios y las incógnitas. Quedarme en los momentos previos a que algo maravilloso pase. La pausa, placer y condena.
Las cosas bonitas me hacen un poquito más feliz. Esta semana he descubierto estos manteles preciosos hechos en Marsella por Sarah Espeute, una diseñadora gráfica francesa que se dedica al bordado de textiles. Empezó a hacer este tipo de diseños en 2019 cuando una galería de Biarritz (<3 Biarritz) le pidió que creara un mantel para una exposición. Ella decidió plasmar las sobremesas con familia y amigos en la tela de un mantel.
También me quedaría a vivir (y a leer) en el salón de la artista y modelo alemana Isis-Maria. Esa pared. Ese sofá.
Me obsesiona la estética soviética (y retrofuturista) y obviamente los tonos pastel. Hace años descubrí la fotógrafa eslovaca Maria Sbarvová y sus imágenes de piscinas y gorritos rojos y ahora me he cruzado con este fotógrafo que tiene un imaginario y una energía similar, el croata Miloš Nejezchleb. Juntos se observan más los paralelismos.
Últimamente soy muy de rosa. Y amo esta campaña de Lacoste del fotógrafo Ronan Gallagher. No solo hace editoriales de moda, sinó también fotografía documental. De su proceso creativo dice:
“I’m looking for the beauty in subjects that we usually walk past”.
Hace unos días me llegaron los escaneados del último carrete revelado. Utilicé el que de momento es mi film favorito, el Bubblegum de Dubblefilm, que creo que está agotado temporalmente. Los tonos me flipan. La funda de la cámara es de la misma marca.
Por cierto, si pasáis por delante del laboratorio de Shooters Film Lab en la calle Aragón 418 podréis ver una foto mía que hice en el skatepark de la Mar Bella colgada en la entrada. Ver expuesta una foto tuya siempre hace ilusión. Y ellos son muy majos.
Hace unos meses hice acopio de carretes dada la escasez que hay (modo confinamiento) y sueño con gastarlos viajando. Estas fotos me han hecho volar a uno de mis lugares soñados y volver a uno de mis solo trips más bonitos. Japón y Lanzarote, siempre.
Nunca pensé en descubrir Guatemala hasta que descubrí la cuenta de Molly Berry, una californiana que vive en Antigua Guatemala, donde montó la marca de textiles Luna Zorro junto a artesanas locales. Organiza también tours de viajes para mujeres artistas y las fotos son preciosas.
Confieso que miro vuelos baratos los domingos por la tarde. Y también hace unos domingos acabé el último puzzle y aproveché para comprar nuevos. Es una de las cosas que más paz mental me da dentro de casa (a parte de leer). Y últimamente busco imágenes que vayan más allá de las clásicas pinturas. Y en esa búsqueda encontré estos en la tienda Chandal de Barcelona.
Son de la marca francesa Sulo y son obras de diferentes artistas. Estos dos son de Tess Smith-Roberts, una artista británica que tiene ilustraciones divertidas y súper coloridas, y del japonés Takashi Nakamura, que crea universos inspirado en el manga antiguo, la pintura más clásica y los cómics con un especie de puntillismo en tonos pastel.
Esta semana le debo el título de la newsletter a la letra de esta canción del actor y cantante Boye. Lleva tiempo en mi lista de favoritos, creo que desde que lo vi en el escenario del Vida en verano. Tiene un rollo increíble. El tema y Boye, claro.
Feliz domingo :)