#137 And it makes me wanna dance.-
Siempre que empieza el verano siento una alegría inmensa y una sensación inexplicable, como si llegara por sorpresa o antes de tiempo. Y hasta dormir en el sofá por el calor me hace ilusión. Es la intuición de que en los próximos dos meses la vida será divertida.
La anticipación es la primera llama de la emoción. En todo lo que nos mueve. También en los viajes. Para mi, cada viaje es un regalo, indagar por tierra mar y aire sobre el lugar que pasará a formar parte de mi vida, teletransportarme desde mi casa a todos los sitios bonitos a los que quiero ir, fantasear con la persona que seré allí, con un yo al que voy a liberar de todo lo que no sea exprimir la vida como si no hubiera un mañana.
Y creo que por eso me encanta compartir mis recomendaciones de los sitios en los que he estado, es como si le entregara a la otra persona todas las emociones limpias y vibrantes que sentí estando allí. Una parte de mi que fue feliz. Que ya lo es solo de imaginarlo.
Ayer acabé este libro interesantísimo sobre el underground de la Barcelona de los 70 y 80. Son artículos del momento de Pau Malvido, de la familia Maragall, desde dentro del movimiento. Hay caos, idealismo, hedonismo y mucha música. Muy recomendable.
Y he entrado de lleno en este reportaje del The New York Times sobre el destino vacacional de la comunidad amish en Florida.
Esta semana también he descubierto este bar de bocadillos italianos increíbles.
Y la web European Coffee trip que tiene mapeadas todas las cafeterías de especialidad de muchísimos países. Si vas a viajar y te gusta tanto el café como a mi, échale un ojo.
Y he querido ser este oso polar nadando en Ártico.
Y más cosas bonitas.
Y la banda sonora de hoy la pone un tema que me pone de buen humor. Tocarán dentro de dos semanas en el Vida.
Feliz domingo :)