#104 I de tot el que em vas dir.-
Es difícil escribir sobre los mil pensamientos que me han atravesado esta semana sin sentir que el contexto es demasiado grave como para hablar de una misma, para reflexionar sobre una vida, la mía, que transcurre tranquila bajo un techo firme. Y al mismo tiempo pienso si no será también necesario iluminar oasis o pequeñas dosis de belleza en medio de tanta desesperanza.
Siento que cuando la tragedia no llama a tu puerta, la vida sigue como si la lista de la compra, el mensaje sin responder, o esa arruga que no te habías visto hasta ahora fueran lo más importante del mundo. Y una no es consciente de hasta qué punto es un privilegio poder pensar solo en eso. Hasta qué punto la vida puede cambiar en un segundo.
Hace un tiempo leí que las mujeres miraban más true crimes que los hombres, y que detrás de eso había un mecanismo inconsciente de aprender los máximos detalles y la multitud de peligros, con el fin de evitar ser la próxima víctima. Me pregunto si pasará algo parecido con el hecho de ver sin parar las imágenes de coches amontonados, casas llenas de fango o voluntarios cruzando ciudades a pie. Si es una forma de sentirte a salvo, si es simplemente como ver una película con efectos especiales o si es un mecanismo del cerebro para aprender algo que sirva para no estar algún día al otro lado.
Quiero pensar que mientras esas imágenes nos sigan encogiendo el corazón, no nos habremos inmunizado del todo al dolor ajeno. Quiero pensar que mantendremos intacta la rabia ante lo que se pudo haber evitado y la consciencia de la vulnerabilidad humana. Quiero pensar que habrá esperanza para quién la ha perdido.
La música siempre es refugio. Y alguien que siempre ha sabido el valor del sonido es Brian Eno. Pensó este tema para que sonara en aeropuertos y de alguna forma elevara tu espíritu a un lugar etéreo, ligero, en el que todos los miedos desaparecieran. Y lo consiguió.
Vi el documental sobre Brian Eno en el In-Edit. Un documental que va cambiando de estructura en cada pase y en el que todo, absolutamente todo lo que dice Eno es increíblemente inspirador.
En los 70, creó un método que le sirvió a él (y te puede servir a ti) para desbloquear procesos creativos. Son una serie de cartas con mensajes sencillos como "Honour thy error as a hidden intention", "Ask your body" o "Work at a different speed", que te pueden llevar a otro lugar. Se venden en su propia web. Escucharle es un lujo.
Una de las cosas bonitas de la semana ha sido revelar mi último carrete.
Y esto también me ha dado paz.
La banda sonora de hoy la pone este tema tan bonito de Pau Vallvé.
Feliz domingo.-